daniel indigandisimo |
A lo que nos ya nos tiene acostumbrados, quejarse ya es algo normal, quejarnos de la comida caliente, del vecino, de negativas sexuales, del DNI, en fin... esta vez la queja, el enojo y la demanda proviene de la burbuja del poder político... de parte de nada mas ni nada menos que de Daniel Scioli, encolerizado de ira, falto de su mano, tal vez creyó poder encontrar esperanza a su síndrome semi-clemente, en un local de Confina, llevado por su casi repetitivohastaelcansancio anuncio publicitario ("confina te da una mano", abstenerse pajeros) del local. Ante las risas, burlas, escupidas y meos de todo empleado que cruzaba, y algún que otro cliente; produjo la furia del gobernador, quien radico la denuncia en la comisaria 3 de febrero, frente a la risa del comisario y los dos cabos que le tomaban la declaración. Según dichos del propio Scioli: "Yo solo quería un par de dedos para amasar mi rica fortuna nasal", a lo que entendimos, que tan solo quería sacarse un moco que lo tenia loco (versito).
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